Microsoft ha comunicado un cambio radical en la política sobre DRM que pensaba aplicar con el lanzamiento de Xbox One.
El cambio hace que se vuelva practicamente a la situación actual.
Así:
No será necesario una conexión a internet para jugar. Solamente habrá que conectar Xbox One a internet el primer día que se ponga en marcha. No habrá que conectarse cada 24 horas.
Se podrá prestar, vender, regalar, revender o alquilar juegos físicos como hasta ahora.
Los juegos tambien estarán disponibles para su descarga al mismo tiempo que los basados en disco. Estos juegos descargados se podrán jugar en cualquier consola y no tendrán restricciones regionales.
Los juegos descargados no podrán ser vendidos, ni prestados. Los juegos físicos necesitarán que el disco este dentro de la consola.
Todo esto hará que tambien se elimine la función de que 10 familiares puedan jugar con el mismo juego.
Microsoft tambien ha confirmado que los juegos necesitarán ser instalados y que Kinect deberá estar conectado.
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